miércoles, 15 de septiembre de 2010

Siembra


Siembra tu descaro en mí.
Arqueada mi espalda,
tómame.
Mueve tu arcoiris
en mis suaves nalgas.

Con tu astro altanero,
custodio de humanidad,
hagámonos serpientes
y mordiscos.

Siémbrame,
ara tu tierra breve y sencilla
tu hoz escarde en los esquilmados huertos
y tu homenaje estalle en aquel anhelo.

Moremos en la hoguera
muévete en tu volcán
escancia tu lava
muerde esa aventura
tiránizame
enrédame a tu cuerpo,
bébeme el rocío
luego vuélvete al Olimpo.

Lúbrica esa tarde
de lluvia y silencio.

Hombre mío encantamiento
y tributo del cielo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enseñame el estilo de tu siembra. Arquearme será fácil en estado de fuego. Trémulo mi cuerpo de tocarte, al intentar ganarse la sentencia de quererme. Insondable es tu encendido constelado que me invita a ser custodio. A convertirnos en serpientes y en mordeduras. Te veo alucinante anfitriona a que sea sembrador con mi hoz en todo tus surcos.

Lavas y cráteres que en mi se
inicia, que es tu génesis. Me
seduces tirana hoguera, me enredas en tu fervor. Me sacias, te lubrico. Predilecto ando en tus aldeas.

Anónimo dijo...

Enseñame el estilo de tu siembra. Arquearme será fácil en estado de fuego. Trémulo mi cuerpo de tocarte, al intentar ganarse la sentencia de quererme. Insondable es tu encendido constelado que me invita a ser custodio. A convertirnos en serpientes y en mordeduras. Te veo alucinante anfitriona a que sea sembrador con mi hoz en todo tus surcos.

Lavas y cráteres que en mi se inicia, que es tu génesis. Me seduces tirana hoguera, me enredas en tu fervor. Me sacias, te lubrico. Predilecto ando en tus aldeas.